¿Te cuesta entregarte con confianza a los demás?
¿Piensas que la gente es mala?
¿Te dan ganas de saber qué piensan de ti las otras personas?
¿No te muestras tal cual eres pues piensas que así te proteges?
Si eres madre, ¿escuchas las conversaciones de tu hija?, ¿has leído su diario de vida?
¿Piensas que el mundo está lleno de seres malintencionados?
¿Has controlado a tus parejas?
¿Te consideras una persona ansiosa?
¿Te desespera tener una pareja muy independiente?
¿Se te dificulta aceptar a los demás tal como son?
¿Te cuesta internalizar la idea de que “lo que tenga que ser será”, sin tu intervención?
¿Crees que hay que cuidarse de los demás?
¿Te cuesta dormir toda la noche?
¿Despiertas en medio de la noche pensando que va a pasar algo malo?
¿Has conocido a personas que aparentan ser maravillosas y al poco tiempo “se sacan la máscara”?
¿Tiendes a juzgar al resto cuando consideras que han actuado mal?
¿Te desespera no saber qué está haciendo tu pareja?
¿Te desagrada intensamente que no te respondan el teléfono?
¿Usas estrategias para que los demás hagan lo que tú quieres?
Situaciones que nos toca vivir por nuestra herida de traición y que no entendemos por qué ocurren
- Todas mis parejas me fallan
- Yo, o familiares cercanos, hemos tenido relaciones con personas casadas
- Siento que la vida no me da lo que merezco
- Soy víctima de mentiras y/o infidelidades
- Suelo ser una persona caprichosa
- Me han intentado estafar o lo han hecho
- Tengo muy baja tolerancia a la frustración
- Se me han caído proyectos buenos a último momento
- Cuando entrego lo mejor de mi, no me responden de la misma forma
- Tengo todo planificado y algo pasa que se desarma mi plan
- Los demás no cumplen mis expectativas
- He sufrido robos
- No soy capaz de salir sin arreglarme en exceso (casi disfrazándome)
- Desconfío incluso de mi familia
- Tengo pesadillas recurrentes
- Me cuesta ser una persona espontánea y auténtica
Fragmento Libro: “Sana tus Heridas de infancia: La reparación que te debes”
Autora: Karla Quiroga
